Éste es el sueño nuca
deseado,
La vela jamás soplada
Es la desgracia de mi
inmerecida buena fortuna
“Cuando se acuestan la
razón y el deseo, llueve sobre mojado”[1].
Cuando finalmente creí
echar raíces
Llegas para llevarme
contigo, ¡oh libertad y cárcel!
Es bendición y maldición
Es tranquilo sentimiento
de culpa.
Siempre hay un paso más,
siempre hay un bendito paso más
No soy un frívolo, solo
que en mi cabeza por ahora no hay clarividencia
Te amé, juro que siempre
te amé
Y agradezco cada minuto
de grata compañía
Bendito sea el rocío que
acaricia tu aurora
Bendito sea el sol rojizo que
embellece tu paisaje
Bendita sea la armonía
de tu lenguaje natural.
Con espíritu siempre
presente y corazón arraigado a tu seno,
Debo seguir creciendo, y
eso duele con firmeza
Viviré para contar con
nostalgia la inmensidad de tu mirada
Y sabe Dios si volveré
para abrazarte de nuevo.