Pecar
mirando al cielo
Engañarnos
con la mirada
Y
sernos infiel con la soledad
Es
una senda de inquisición.
Esa expresión de lo indecible dibujada en mi rostro
Mis
palabras son solo balbuceos de lo que invade mi alma
“Simple
y extraordinariamente,
Te
amo”.
Somos prisioneros de nuestra propia rebelión
Y
los cerrojos de la anarquía seducen nuestra conciencia
Corre
hacia mí, tenemos una cita en el ojo del ciclón.
Ímpetu
por aparente libertad
Coro
de rebeliones desaprendidas
Paralelismo
surreal de muerte y vida.
Querida,
al final soy libre de pensar lo que digo.
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